…el principio y el fin.
O todo en esta vida tiene un principio y un final. Esto es lo que pensaba el sábado tirado en el sofá, mientras intentaba terminar una digestión de más de 3 horas. Y es que mi amigo y colega MVP Marc tiene una fijación con ciertos mamíferos sin patas y que pesan aproximadamente unos 900 gramos en el plato. Y claro, yo que me considero amigo de mis amigos, al ver que el pobre chavál se quedó sin su trozo de carne, me dirigí presto al restaurante a cumplir con mi deber de amigo.
Marc, desde aquí quiero que sepas que siempre que necesites un “favor” de este tipo, puedes contar conmigo. He aquí las pruebas:
Si hubiésesis visto la cara del camarero cuando quería retirar el plato y le digo “espera, tengo que hacerle una foto para un amigo”, je, je, je…
Saludos desde Andorra (a dieta),
Qué envídia!!!! Pero no de la sana, no… de la mala, malosa!!!!
Gràcies per tot, company. 🙂
¡¡Bah!! Te dejaste la patata, madikita…